Un mirador de primer orden, una montaña destacada, una mole
caliza hundiendo sus raíces bajo el cauce del río Esera; es el solemne
vigilante de la entrada del Valle de Benasque y siempre que iba hacia el
nombrado valle, lo dejaba de lado. Había que remediarlo y puse ruedas sobre
asfalto y me fui a conocerlo. Turbón, bello nombre para una majestuosa montaña.
Esta vez Benasque y sus múltiples posibilidades no eran el
destino; el Turbón tiene el suficiente atractivo para apearme en Campo, tomarme
un almuerzo/comida y prepararme para la presente travesía. De Campo surge una
carreterita que se dirige hacia el balneario de Las Vilas del Turbón, un poco
antes del kilómetro 6 una pista asfaltada con indicación Llert, me conduce al
inicio de la ruta; este se encuentra en la entrada de una pista forestal, junto
a un poste de sendero.
Con mochila ya en ristre, camino por una pista que al poco
se acaba y empieza un agradable sendero entre la sombra de un umbroso bosque
plagado de boj. El sendero asciende de forma paulatina teniendo a mi derecha la
montaña de El Baciero 2.115, más al fondo, una sierra que siempre que bajaba de
Benasque la miraba; Chía.
Tras un giro de 90º, la senda se encara con brío remontando el Barranco de La Fabosa; empiezo a pisar las primeras manchas de nieve. A la izquierda quedan las murallas rocosas que defienden la Plana del Turbón por su lado meridional; ahí se han trazado algunas vías de escalada. A medida que gano desnivel, se va afianzando la nieve y paro aponerme las polainas. El bosque se hace denso y por momentos se pierde la traza del sendero, hasta valoro el darme la vuelta; pero con intuición sigo avanzando y dejo atrás el bosque.
En los inicios de la ruta.Tras un giro de 90º, la senda se encara con brío remontando el Barranco de La Fabosa; empiezo a pisar las primeras manchas de nieve. A la izquierda quedan las murallas rocosas que defienden la Plana del Turbón por su lado meridional; ahí se han trazado algunas vías de escalada. A medida que gano desnivel, se va afianzando la nieve y paro aponerme las polainas. El bosque se hace denso y por momentos se pierde la traza del sendero, hasta valoro el darme la vuelta; pero con intuición sigo avanzando y dejo atrás el bosque.
El Baciero 2.115
Picón de las Artigas, contrafuerte meridional
El Valle de Campo y la Sierra de Chía.
Empieza aparecer la nieve.
Siguiendo la huella.
La senda empieza a complicarse.
Al salir de bosque llego a una especie de ancho collado,
donde un poste me indica la dirección a tomar. Sentí cierto alivio, pensé que
había dejado tras de mí el tramo más denso en cuanto a nieve se refiere y ahora
encontraría nieve algo más dura, pero que equivocado estaba tenía ahora por
delante 300 metros de desnivel y una zona vegetativa, compuesta por cojines de
monja y bojes; toda una trampa cuando la nieve los enmascara. Había momentos
que me hundía hasta medio muslo y hacia que perdiera el equilibrio, miraba
constantemente el altímetro para ver cuánto ganaba y en cuanto tiempo pues ya
eran las 19:45, tentado estuve en darme la vuelta en varias ocasiones, pero
pensé que más me valía alcanzar el refugio, cenar, dormir y al día siguiente ya
vería.
Llegue al refugio de la Plana del Turbón con las últimas
luces y con un desmesurado esfuerzo; este se hallaba con la puerta entreabierta
y la nieve se había adueñado de su entrada, el pequeño comedor tenía alguna
pequeña charca de agua y la estancia en general estaba sucia. Abrí las ventanas,
recogí nieve y me puse a fundirla, fui preparándome la cena mientras el manto
celeste iba desplazando las últimas luces. Una buena cena regada por un poco de
vino y su posterior infusión, pusieron fin a esta primera y esforzada jornada.
La cuerda del Turbón hacia el sur, con La Colladeta 2.350 a la dcha.
El Macizo de Cotiella.
Cenando con vinito incluido.
Salí al exterior del refugio; las luces parecen hormigas arañando la oscuridad de la noche y en el cielo, las estrellas semejan luciérnagas que se reflejan en los cristales de la Plana del Turbón. Se respira Pirineo genuino; entro en el refugio y me introduzco en el saco. Buenas noches.
Buenos días Turbón, voy a desayunar y dentro de un rato nos
conocemos personalmente, jeje. Me pongo en marcha con los crampones ya
colocados y me dirijo a un cercano poste donde indica, 1:00 hora a la cima;
esto será en verano, porque ahora con tal cantidad de nieve… satisfecho estaré
si lo consigo en dos. Ante mí 492 metros de desnivel, unas rampas que considere
de unos 50º y sobre mí, la mochila con sus 11 kilos de equipo.
No levanto mucho la vista hacia la cima, de la cual se
adivinan bien sus tres pequeñas antenas; me concentro en ir avanzando a mi
propio criterio. De tanto en cuanto,
mirada fugaz al altímetro del G.P.S. y al reloj, para calibrar cuanto voy
ganando. Hago breves paradas para hacer fotos y retomar el pulso y de nuevo a
ganarle metros a la pendiente, que poco a poco se inclina un poco más hacia mí.
Esquivando unas rocas gano el collado y observo lo que me queda hasta la
cumbre; una arista poco afilada y con buena nieve, la vertiente contraria cae
hacia la Coma de San Adrián totalmente inmaculada. Avanzo bien por la arista
que me conduce a una vieja antena y una mesa panorámica; la cima del Turbón
2.492 m. Las vistas… las mejores que he visto del Pirineo.
Me recreo un buen rato e intento desgranar con la ayuda de
la mesa panorámica, lo que este privilegiado mirador me ofrece. Abandono la
cima, avanzando hacia el sur dirección, Las Colladetas pero bastante antes me
derivo hacia la cabecera de la Coma de San Adrià, vaya cantidad de nieve se
debe haber acumulado; esto lo comprobaré y padeceré cuando alcance el fondo de
la Coma.
El ancho collado que se aprecia, es el primer objetivo.
Una vista lateral de la inclinación de la pendiente.
El collado cerca...
Autofoto subiendo al collado.
...y más cerca.
Llegado al collado, tengo esta arista hasta la cumbre.
Vista abajo desde el collado; el dedito señala el refugio.
Otra autofoto subiendo por la arista, aquí sorteando un tramo de rocas.
Cerca de la cima, así se veía la arista. Si nos fijamos, vemos la huella de subida hasta el collado.
Cumbre de El Turbón 2.492 m.
Punta Suelza.
El Macizo de Maladeta, por ahí andan; el Maldito, Aneto, Tempestades, Russell, etc.
El Macizo de Posets.
Baje al fondo con celeridad, observando restos de coladas a
mi izquierda, pero cuando llegue abajo, plaff, me hundía a medía pantorrilla. Son
las 12:00 y cae un plomizo sol, sin ninguna sombra a la vista y con esta nieve
voy esforzándome más de lo normal y el cansancio va in crescendo. Unas agujas
de erosionadas formas parecen desprendidas de la cima del Turbonet 2.344 m. su
visión dulcifica por momentos el esfuerzo que estoy llevando por esta Coma de
San Adrià, donde existió una rustica ermita. Me está costando lo mío y prosigo con
paso desgastado.
Llego al punto donde la Coma de San Adrià gira hacia la
izquierda y se convierte en barranco; hacia la derecha y remontando el suave
Tossal dels Llaners, prosigue la ruta hasta el Port de la Muria. Esta era la
idea inicial cuando prepare la ruta, pero había visto en algún blog que hay una
subida por el barranco y por las fotos se veía atractiva. Así que sobre la
marcha cambie la parte final de la ruta; pero lo que no esperaba fue, que me
iba a suponer un esfuerzo considerable la parte angosta del barranco. La cosa
empezó bien pero poco a poco aquello se iba enriscando más y más, con zonas de
cortos destrepes y aumentando la dificultad al estar las rocas cubiertas de
nieve, intentaba evitar caminar por encima del arroyo, pero en dos ocasiones la
nieve cedió y metí la pierna dentro del mismo y en una de ellas hasta me caí.
El asunto se iba poniendo inquietante, eran las 14:30 y
tenía ganas de comer pero me dije a mi mismo que hasta que no saliera del
atolladero no comería. El barranco a veces me cortaba el paso con saltos de
unos tres metros y entonces me tocaba flanquear por terreno empinado cogiéndome
de los arbustos. Poco a poco fui saliendo de la zona estrecha del barranco y en
cuando alcance una ladera soleada, pare y me dispuse a comer. Uff!! Que ganas
de salir de allí tenía. Mientras comía, pensaba que tenía que haberme ido por
donde marque la ruta inicial; pero a toro pasado…
La coma de San Adrián, bien cubierta de nieve.
Coladas provocadas por nieve fusión, en la cara este de la montaña.
La edelweis, sale de su letargo invernal.
El Turbonet 2.344m.
Inicio del Barranco de San Adrián, sin saber lo que me esperaba.
Zonas prácticamente intransitables.
Una vista atrás; se puede apreciar lo cerrado de este barranco.
De nuevo El Baciero, ahora presenta menos nieve.
A partir de aquí encontré un tímido sendero medio oculto por
la nieve, pero que se seguía bastante bien; así fui bajando hasta llegar a la
cabaña de La Margalida. A partir de aquí, seguí un trozo, el PR-HU 50 que viene
de la aldea de La Muria y enlaza con Esterún y Llert, pero lo abandone por una
pista que sin más dilación me condujo al punto de inicio.
Ahora ya no será esa montaña que cuando pasaba por Campo le
lanzaba miradas fugaces, no será esa montaña que dejaba de lado en pos de
tresmiles, no será… ahora es, esa montaña que me ha permitido vagar por su
piel, esa montaña que cuando suba hacia el Valle de Benasque, salude de manera
cómplice, esa montaña… que todo montañero debe conocer.
Refugio de La Margalida.
Hola Javi.
ResponderEliminarEl Turbón, junto al Cotiella y el Pedraforca, el trío de ases de todo el pre-Pirineo, y sin desmerecer a la Peña Montañesa.
Precioso relato para describir esta ascensión, no exenta de penalidades y sobreesfuerzos, pero esa cena con vino en el refugio el primer día, y las excelentes vistas cimeras el segundo, lo compensan todo con creces.
Yo también le he echado alguna mirada lasciva al Turbón, al igual que al Cotiella, cada vez que he subido a Benasque, a ver si en un futuro puedo intimar con las dos jejeje.
Las fotografías de la arista nevada, tanto la que encabeza el repor, como la que hay más adelante, le dan una apariencia muy alpina a este montañon.
Salud y queso jejeje.
Hello Dani!!
EliminarPues no te lo pienses mucho, el Turbón no te defraudará, al igual que los otros que has nombrado.
Salud
Hola Javi.
ResponderEliminarPuro disfrute tu crónica, con ese toque de riesgo, sobresfuerzo, y aventura. Cuando he visto la foto del barranco rocoso cubierto de nieve por el que ibas a bajar, lo primero que se me ha venido a la cabeza es ..nooo, por ahí no.
Como dice Dani, esas fotos con la arista nevada y tu huella marcada son una pasada.
Un saludo.
Hello!!
EliminarPues ya ves, de vez en cuando me encabezono, jijiji. Si, la verdad que el asunto estaba para no haberse metido por el barranco, pero una vez metido en harina, pues lo fui sorteando lo mejor que pude.
Sii!! la arista nevada fue un puntazo.
Salud
Hola Javi,
ResponderEliminarYa tenía ganas de leer la crónica de la ascensión al Turbón que me contaste el día de la ruta del Peñaroya.
Tu si que sabes... vaya vinacho bueno que te metiste en el refu!!!
Que gozada ver esas cumbres nevadas, y que ganas de que empiecen a caer las primeras nieves y poder empezar a calzarme de nuevo los crampones.
Las fotos de la huella en la arista y toda la pala se subida al collado, como dice Dani, son una pasada.
A ver si este invierno podemos hacer alguna ruta por el Pirineo, que aun tienes pendiente venir al camping.
Un abrazo!!!
Hello David!!
EliminarPues si, la verdad que disfrute mucho esta ruta; nieve, buenísimas vistas y si eso le acompaña una noche en el refugio y con vinacha, jejeje pues es la hostia!!!
Sí, esta pendiente mi visita a tu camping y hacer alguna buena por allí.
Salud.
Hola Javi
ResponderEliminarBueno, bueno ya llega la nieve, vaya arista hasta la cima, que guapa!!! y esa cenita en el refugio que suele sentar de maravilla solo con la ilusión de lo que queda para el día siguiente. Enhorabuena y seguir adelante!!
Un saludo
Jose
TROTASENDES BENICALAP