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jueves, 14 de noviembre de 2019

LOS PICOS DEL INFIERNO




Los Picos del Infierno; con ese nombre que suena así tan directo y asignado al lugar donde se condenaba al castigo eterno a los pecadores, poco incita visitar esta montaña rodeada de lagos y antaño de heleros permanentes. Sin embargo los Infiernos, como se le conocen popularmente entre el mundillo montañero, dista mucho de ser una montaña demoniaca que tenga nada que ver con el averno.

Esta montaña pasa por ser una poderosa mole, ancha y con un desnivel importante desde los lagos que yacen a sus pies. La cresta que une sus tres puntas, es en algunos tramos aérea y con una acusada caída en ambas vertientes. Tiene como vecino al conocido Garmo Negro, un tresmil bonachón que recibe muchas visitas. Y un añadido más; posee unas formidables vistas sobre otros importantes macizos: Balaitous- Frondellas, Marborés y Vignemale. En definitiva, un macizo que todo tresmilero ha de tener en su bagaje.

Hace mucho tiempo que tenía intención de visitarlo, ya que, lejano queda aquel invierno en el cual ascendí al Infierno oriental y central. Así que aprovecho unos días de incipiente primavera y pongo rumbo al averno, jiji.
La autovía Mudejar se convierte de nuevo en el puente de enlace que me lleva a esta parte del Pirineo; el Valle de Tena. Toda una zona de inagotables posibilidades. Así que hecha la presentación de rigor, pasamos a la actividad que es a lo que hemos venido.

Desde el aparcamiento del Refugio Casa de Piedra, parto con la inseparable mochila; el plan es el siguiente.
Subir hasta el refugio de Bachimaña y quedarme dos noches allí. La primera cenare y desayunare de lo mío y la segunda me hare prestar los servicios del refugio. La ruta planificada es circular y pasó a describirla someramente.

Tomaré una senda poco marcada que parte del sendero principal Rf.Casa de Piedra – Rf. de Bachimaña y que llega hasta el Ibón de Arnals y de allí remonta hasta el Cuello de Saretas, lugar donde conecta con la ruta normal que proviene del Cuello de Pondiellos.

Así estaban los Pirineos a mitad de Mayo.


La aguja de Bachimaña, vista desde la senda que sube al Ibón de Arnals.


La sombra me acompaña.


Ibón de Arnals; en el centro de la foto arriba el Cuello de Saretas.


Autofoto a pie del Ibón del Arnals.


Trazado de la subida que hice para situarme por encima del ibón.


Comenzando el ascenso; al fondo vemos la Sierra de Tendeñera.

 
El ibón semicongelado.
 
 
Conforme asciendo, se muestra en toda su extensión, Tendeñera.
 
 
El Cuello de Saretas, a tiro de bastón.

 
Aguja sin nombre, próxima al cuello de Saretas.
 
Desde aquí la canal sur, queda a tiro de piolet; este el paso natural y puerta de acceso a las cimas Oriental y Central. Alcanzada la cima Oriental, tomaré la arista hacia la punta Occidental donde ya se inicia el descenso por la vertiente oeste y rodeando el Garmo Blanco, se baja hasta el Cuello del Infierno.
Este mítico collado es paso del popular GR-11 y solo resta seguir la marcada senda hasta el refugio pasando por los Ibones Azules.


               Infierno Sur y Central; entre ellos la canal de acceso.


                    La aguja sin nombre vista desde el cuello.


                             En el cono de entrada a la canal.


    Metido en faena. Vista desde la mitad de canal, hacia abajo.


   Fantástica visión del Garmo Negro, a la izda. Aguja de Pondiellos


            Gente que bajaba, cuando yo subía. Parte alta de la canal.


         El majestuoso Vignemale y a la derecha del todo el Taillón.


          Cima del Infierno Central; al fondo se ve el Infierno Norte.


Y otra foto de cima. Ahora toca recorrer el tramo de arista hasta el Norte.


Un grupo abandonando la cima Central y señalando a la cima Sur.



      Abandonada la cima Central, voy a toda arista a por la Norte.


     La arista en su tramo conocido como la marmolera.
     Las Frondellas y el Balaitous, también quieren su protagonismo.


                          Desde la arista, caída hacia la vertiente norte.


                                    
                                     Y hacia la vertiente sur.
                                   

                      La cumbre norte, en la punta del piolet.


  Vista hacia atrás. Al fondo la cumbre sur y en el centro la Central.


                                  Hito cimero en la cima Norte.



La vertiginosa marmolera, se desliza hacia los Ibones de Pondiellos


Desde la cumbre Norte inicio el descenso hacia el Cuello del Infierno; que tuvo su punto picante, al tener que atravesar un nevero colgado con una buena inclinación (un grupo de vascos se esperaron a que cruzara yo, para luego ellos aprovechar mi huella) Después hay unos tramos en los que precisa de pequeños destrepes y siempre atravesando diagonalmente en descenso bajo el Garmo Blanco, se llega al mencionado cuello.
Se impone un descanso, al tibio calor de un sol que ya empieza a perder fulgor. Pero no nos durmamos en los laureles, aún me quedaba, la última parte de la ruta, aquella que a través de los Ibones Azules; perpetuados bajo la muralla norte de los Infiernos, me devolvería de nuevo al refugio. Donde me esperaba una merecida cerveza, una ducha y la cena compartiendo velada con otros montañeros.

Desde el cuello, lanzo una foto a la última parte del descenso. En ella se aprecian a dos personas. La punta que se alza a la izquierda, es el Garmo Blanco.


Damas y caballeros, con ustedes el majestuoso señor del Pirineo.


La muralla norte de los Infiernos. Donde se aprecia el corredor Norte.


Una toma del Infierno Norte. La bajada se realiza por la parte opuesta.

 
Una mirada atrás, hacia el Cuello del Infierno.
 


 
Los Ibones Azules, empiezan a quitarse su traje invernal.
 

                 El Refugio de Bachimaña, sito sobre el Ibón Alto.

 
Desde el refugio, así se muestra la Aguja de Bachimaña.

 
El Pico Serrato, una invitación en clave de corredores.
 

Y bueno, una última foto al refugio antes de iniciar el descenso.


El elemento liquido, una constante en el Pirineo.
 

Una excelente foto tomada de internet (libre de derecho de autor) nos muestra las tres cimas de los Infierno, la marcada cicatriz de la canal sur y la marmolera en toda su extensión.

La ascensión la podríamos resumir en los siguientes puntos: una aproximación fuera de lo habitual para alcanzar la Canal Sur, la travesía somital sobre los tres mil metros, un descenso intrincado hacia el Cuello del Infierno y ya finalmente el último tramo, bastante más relajado admirando los Ibones Azules.
Como he citado anteriormente, una gozada de jornada donde he disfrutado muchísimo y me atrevo a decir que es una delicatessen  pirenaica, muy apropiada para conocer este imponente macizo.


FICHA TECNICA

SISTEMA: Pirenaico
MACIZO: Pondiellos
INICIO: Refugio de Bachimaña
LEGADA: Mismo lugar
DISTANCIA: 11,4 km
HORARIO: 10:30 h (con paradas)
DIFICULTAD: Alta
DESNIVEL: 540+ de Casa de Piedra a Refugio Bachimaña y 912+ de Refugio Bachimaña a cumbre Central del Infierno
CARTOGRAFÍA: Valle de Tena- Editorial Pirineo Escala 1:40.000
ACCESO: Tomamos la carretera que sale un poco antes de llegar a la población de Escarrilla y que remonta el valle hasta el conjunto de edificaciones denominado, Balneario de Panticosa. Aparcamos próximos al refugio Casa de Piedra.
OBSERVACIONES: Una interesante circular, pasando por los picos de los Infiernos. La apertura de una nueva senda (en mi mapa no venía reflejada) nos permite esta realización.
La época en la que fui, mitad de mayo es ideal, ya que encontraremos nieve allí donde antes hubiésemos andado entre pedreras agotadoras.
Al llegar al Ibón de Arnals, lo rodee en parte por su zona derecha, ya que me pareció más factible para acceder a su zona alta y una vez allí trazarme la subida hasta el Cuello de Saretas
Para el ascenso por la Canal sur, es imprescindible crampones y piolet, pero no precisa aseguramiento si la nieve está en condiciones.

6 comentarios:

  1. Ya te veo Múdejar pa'rriba y con los hermanos Young y Bon Scott berreando a todo trapo Highway to Hell en la radio de tu coche...más al pelo, imposible, aunque la de los Rockeros van al Infierno de Barón tampoco hubiese estado mal jeje.
    Elegante manera de alcanzar esta emblemática triple cima pirenaica, huyendo al principio de la más frecuentada ruta al Collado de Pondiellos y rematando luego con esa canal y el famoso paso por esa marmolera que sin duda anima el baile cimero. Siempre he oído decir que el tramo entre el Infierno Occidental y el Cuello del Infierno tiene su miga, y más en descenso, así que con nieve supongo que esa miga será más dura de roer jeje.
    Los Infiernos son una de mis cuentas pendientes en Tena... a ver si este verano. Me llama mucho un vivac en los Ibones Azules.
    Bonitas estampas Pirenaicas, en la época que más bonita está la cordillera, y como siempre, gran relato de la escapada.

    Salud y rocanrol!!!

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  2. Hola Javi!!!

    Desde que nos contaste tu aventura en los Infiernos que tenía ganas de leer tu crónica, y ha merecido la pena la espera!!!
    Que pasada de circular que te salió, impresionante es cresteo con tramos de nieve, esas canles con nieve, un ruta de 10 en todos los aspectos
    Yo también tengo pendiente subir a los Infiernos, así que Dani, ya sabes, si necesitas compañía cervecil para el próximo verano ya sabes... jejeje

    Un abrazo!!!

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  3. Hola Javi.

    Vaya joyita de entrada infernal con lo más salvaje del Pirineo. Cada foto es para estarse un rato, y si unes tu siempre bella crónica, más esa soledad que suele acompañarte, uno disfruta de lo lindo, leyéndote.

    Este verano en el Valle de Tena con Dani y Eva vimos la Marmolera desde varios sitios, e impresiona mucho, por lo que verla desde arriba como cae en picado debe ser la reostia.

    Un abrazo.

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  4. Hola compañeros!!

    Si, la verdad que es un macizo tresmilero digno de visitarse. En cuanto vi la posibilidad de tomar esa senda nueva, no me lo pensé dos veces y así como apunta Dani, huir un poco de la masificación que asciende desde el Cuello del Infierno.

    La verdad que el tema fotos, en esta excursión te lo pone fácil.

    Así que ya sabéis, una visita a este macizo merece muchísimo la pena.

    Un abrazo a los tres.

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  5. Hola Javi.

    La verdad que todo el entorno que rodea a los picos del Infierno, es una preciosidad, ya si se hace cima, la leche!. Yo en su día, solo pude hacer la occidental, porque al ir a cruzar la marmolera, no me sentí bien y di marcha atrás, y nada más que lo hice porque en los ibones de Pondiellos me dio un bajonazo que me vino justo para llegar.

    Esa primera subida por los ibones de Arnals solo conozco la parte inicial, que comparte trayecto con un sendero que nace cerca del embalse de Bachimaña Bajo. Sin duda es mucho más directa y menos frecuentada que la habitual.

    Otra subida poco habitual a los Infiernos, es por el valle de Pondiellos, desde Sallent de Gállego, más directa y es raro encontrarse con alguien.

    Salud y montaña!

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  6. Hello Eduardo!!

    Si, la verdad el entorno de este macizo es digno de visitarse unas cuantas veces.
    Como apuntas, sin duda esta senda te aproxima de una forma muy directa a los Infiernos sin tener que ir al Cuello del Infierno.
    Esa subida por el valle de Pondiellos, ya le echado el ojo para otra ocasión.

    Gracias por comentar.

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