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sábado, 2 de junio de 2012

LAS CALANQUES MARSELLESAS

Como afilados cuchillos calcàreos, se adentran en el Mediterráneo cortando las olas, rocas impregnadas al olor del salitre y al verdor de los pinos marítimos que se enraizan en los blancos cantiles; así son las paredes rocosas de Las Calanques. El macizo ( actual parque natural ) queda definino como un anfiteatro, entre la portuaria ciudad de Marsella y el pueblecito turístico de Cassis; en la región de la Provenza-Costa Azul. Calanques significa “calas” y de ellas hay muchas en este vasto territorio; Devenson,l’Oule,Morgiu,d’En Vau…y hasta algunos islotes ( en la isla de If, es donde Alejandro Dumas situa la prisión del conde de Montecristo ). 

Cala Devenson



Las Calanques es un evocador nombre que sabe,mira,escucha y abraza al mar en una comunión perfecta con el Mare Nostrum. Son terrenos baldíos y yermos, con retorcidos perfiles de aristas, diedros, placas y taludes; terreno especial para los piratas de la vertical, que tengan la delicadeza de entender paisaje y escalada con un mismo fin. El porque elegir esta zona, viene dado por los ingredientes que en ella se conjugan; un macizo montañoso donde el mar Mediterráneo imprime ese carácter que hace especial y diferente la escalada, es una zona de las que yo denomino “ no esta de moda “ y hoy parece destinada a la gente local, su pequeña historia para mi va indisolublemente asociada a la práctica deportiva, ciertamente hay itinerarios que me atraen más por sus relatos y formas, que por la dificultad que conllevan; no en vano es aquí donde se crio el famoso alpinista y guía de montaña Gastón Rebuffat, marsellés de nacimiento, apodado cariñosamente “ el guía del jersey bonito” que luego proyectaría sus logros a la cordillera de los Alpes. En fin que para mi es un lugar que bien entenderá el escalador/viajero, aquel que como he mencionado antes valora paisaje, soledad, sentido de libertad…

Punta Devenson y al fondo isla de Frioul
Estamos en los últimos dias del año 2010 y con ganas de salir de la península, nos hemos animado a viajar a tierras francesas, estudiando las posibilidades támbien atrayentes de las zonas del Vercors y Verdón, finalmente nos decantamos por las Calanques. Asi que cargamos el coche con toda la herramienta necesaria para el abordaje incluida una botella de ron y colocamos la bandera pirata del “free climbing” levamos ancla y surcamos el mar de asfalto. Las ciudades de Perpignang, Montpellier y Nimes, van quedando atrás y al horizonte ya se divisa Marsella. La ciudad que en sus inicios fue una colonia comercial fundada por marineros griegos, paso con el tiempo a convertirse en el puerto más importante del arco Mediterráneo.

Después de un dia deambulando por la ciudad, de casualidad topamos con una tienda de material de montaña y entramos a echar un vistazo; viendo la información limitada que hemos traido,optamos por comprar una guía y de paso el dependiente nos mira la meteo en internet, ya que el cielo hasta ahora se empeña en humedecer el ambiente; la previsión parece que nos da una tregua. Estamos a 31 de Diciembre, fin de año, así que compramos un filete de carne y un poco de ensalada que constituirá nuestra cena de nochevieja; un dulce, algo de ron y hasta mañana año nuevo. Sin demora el primer día del nuevo año nos aproximamos a las paredes; para aprovechar la cierta inactividad que llevamos por estas tierras galas.

Cumbre de la Grande Candelle

El sendero nos aproxima al zócalo de la Grande Candelle y viendo que la vía “ La Civa” esta solicitada nos decantamos por la “Gutemberg” algo más difícil pero a cambio estaremos solos trepando ; a su término y como recomienda el libro “Parois de légende” enganchamos la parte superior de la pared, con la via “La Centrale” con lo que sumamos 300 metros de escalada; no está mal para ser un primer contacto con la textura de la roca, que recuerda un poco a la pared Noroeste del peñon de Ifach. La “Gutemberg” es una via que va surcando placas fisuradas y diedros en su parte superior, mientras que la “La Centrale” es la denominada escalada exterior, es decir placas, que exigen movimientos técnicos, precisos pero a su vez de una delicada belleza. 

Ramón en la bonita travesía que conduce a la cuarta reunión de la "Centrale"
 
Después de la ascensión vienen unos instantes donde cada uno contempla y forma parte del entorno que le circunscribe, a veces te haces la pregunta porque venir a estos lugares a practicar este “deporte” llamado escalada; pues simplemente porque para muchos de nosotros no solo es deporte, sino que contiene un grado de compañerismo, conocimiento del lugar, tiene su componente histórico y posiblemente puede ser una evasión y una mística; todo eso y mucho más forma parte de una forma de vida.  

El tiempo atmosférico sigue acompañando así que al dia siguiente partiendo del puerto de Cassis,nos encaminamos hacia un nuevo objetivo donde sentirnos a gusto y desplegar los encantos de la escalada. Tomamos el camino que nos conduce a la cala d’en Vau, donde se halla el estético perfil de la via “ Super siréne” que podría traducirse como Sirena de mar ,bonito nombre para una escalada del año 1941 y que se reequipo con parabolts en 1986; pero que se conserva como una referencia obligada; en sus primeros largos la roca esta muy pulida y hace que a veces el pie de gato no se afiance lo que uno quisiera y uno tenga que apretar más de la cuenta; en el tercer largo me toca ganchear de un viejo clavo para salir de un tramo de artificial…

Cala d'en Vau

Después de la escalada nos acercamos a esta cala de guijarros blancos como si fueran piedras de cal, el agua está fresca y transparente y una gruesa arena se sumerge bajo ella, los pinos juegan con el equilibrio entre los escarpes rocosos y algunas gaviotas se zarandean bajo la manta de nubes aborregadas. Retomamos el camino que hasta aquí nos condujo y abandonamos el lugar sumido en una lóbrega estampa. El sendero nos deposita en un pequeño collado donde se avista el curioso Cap de Canaille, que con sus acantilados cobrizos de roca arenisca resguardan el lado amable de Cassis; rodeamos port-Miou y llegamos al aparcamiento.

Un paseo por el puerto turístico, con los últimos colores del día que se desvanecen mecidos por las suaves olas; ponen la nota algo melancólica a estos dias en las Calanques.

Le port de Cassis
En los dias venideros la meteo se vuelve revoltosa y las nubes empujadas por el viento, se amontonan y enfadadas entre ellas deciden llorar. Decidimos marcharnos a nuestro pesar; Calanques lugar para recordar y volver…

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